jueves, 31 de diciembre de 2009

El Encuentro

Parte 3
Continuación
A la mañana siguiente, toda la cabeza me daba vueltas. Me incorporé de la cama y tuve que asentarme de nuevo sobre su borde porqué no me sostenía en pie, pasaron unos minutos hasta que se me paso el mareo, tantas emociones la noche anterior me produjeron unas migrañas terribles. De golpe tuve la sensación de que alguien me estaba observando, entreabrí los ojos lo más que pude pero los rayos que penetraban en mi habitación me impedían ver con claridad.
- ¿Rosa eres tú? –pregunté durativo, una mano se posó sobre mi frente.
- Si soy yo, me he levantado muy pronto y me he aseado un poco… hacía tantos días que no me limpiaba, espero que no se me enfade.
- ¿Enfadarme yo? – no puede contenerme y solté una enorme carcajada
- Mira, Rosa, tú eres lo mejor que me ha pasado desde que empezó este holocausto. Ayúdame a incorporarme que tenemos muchas cosas que hacer.- la muchacha me miro extrañada, frunció el ceño y me dijo:
- ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer?, mírese apenas se puede mantener en pie.
- Para empezar tenemos de hacer un largo viaje, por lo que sé, este virus ha matado a todos los jóvenes y tú eres una excepción, conozco a alguien que nos puede ayudar, espero que se encuentre vivo todavía.
- Y ¿quién es ese amigo?-musitó Rosa.
- Un reconocido Doctor, que vive en el Montseny, supongo que allí estaremos más seguros. Además, mira el estado de las calles, aquí no tardaremos en contraer alguna enfermedad como la peste o algo peor aún.
Continuará...
Paco Pintor

martes, 29 de diciembre de 2009

Aventuras en el Valle Thuron.

Parte 3
Continuación...
Moisés tenía mucho calor, el sudor de su frente sé hacia visible, y no paraba de restregarse la cara con sus sucias manos, lo cual aprovechó su hermano para recriminárselo.
- ¡Eres un guarro, aparte de negro eres un cenizo!- se reía, viendo consumada su venganza.
Moisés se dio cuenta de que su hermano tenía razón y sin pensárselo dos veces se quitó toda su ropa y se zambullo en el agua. La sonrisa de Javier se le cambio de golpe, su venganza no le sirvió de mucho.
- ¡Venga Javier! El agua está muy buena, ¿por qué no me acompañas? – sugirió Moisés, que pese a ser muy travieso no era nada rencoroso.
- No sé… No sé… ¡seguro que me estas preparando alguna trampa!- dijo Javier con voz de desconfianza. Moisés siguió nadando y chapoteando en el agua, de vez en cuando se quedaba mirando a su hermano, y se reía.
- ¿De qué te ríes tonto?, a mi no me hace ninguna gracia.- Dijo Javier con muy mal humor, el calor empezó hacer mella en él y no pudo resistir la tentación de bañarse, y se empezó a quitar la ropa, justo cuando se quedo en pelotas y se disponía a zambullirse, la caña que reposaba sobre la hierba se empezó a mover, Moisés se dio cuenta de este hecho y sin pensárselo un momento empezó a gritar.
- ¡Javier! ¡La caña se mueve! ¡seguro que han picado!- Javier que estaba acostumbrado a las mentiras de su hermano, ni siquiera le prestó atención y se metió en el agua. Mientras la caña empezó a dirigirse al agua con una velocidad increíble, y paso rozando el brazo izquierdo de Javier, que se dio un tremendo susto.
Continuará...
Paco Pintor

lunes, 28 de diciembre de 2009

El Encuentro

Parte 2
Continuación...
Bajé lo más rápido que pude por las escaleras estrechas de mi edificio, y le abrí el portal.
- Sube, no tengas miedo arriba estarás más segura. Le cogí la mano con ternura y delicadeza, se le podía ver el horror en sus ojos, estaba aterrada, temblorosamente me cogió mi mano y entró.

Ya en el piso la arropé con una manta y la recosté en el sofá y me dispuse a calentar un poco de caldo caliente.
- Es un milagro que estés viva, ¿Cómo te llamas?- le pregunte a la vez que le acercaba el cuenco, no me repuso, se abalanzó sobre el caldo y antes de que pudiera darme cuenta ya se lo había bebido.
- Gracias hacia días que no comía nada caliente, me llamo Rosa.-Dicho esto se arropó y se quedo dormida.
Me quede contemplándola un buen rato, pese a tener la cara llena de mugre y estar vestida con arrapos, no cabía duda que era una muchacha muy hermosa, le besé la frente y me fui a dormir, esa noche no pude conciliar el sueño, estaba abrumado por la presencia de esa chica.

Aventuras en el Valle Thuron.

Parte 2
Continuación..
El otro chico al igual que Moisés era aun más delgado y solía llevar el pelo un poco más largo, el color de su piel al contrario que Moisés era blanca… muy blanco como la leche.
Su camiseta y sus pantalones estaban impecables, ya que Javier era mucho más cuidadoso que su hermano mayor.
- ¡Oye Javier! ¿Crees que pescaremos mucho? ¡Llevamos una hora y tu solo has conseguido pescar un zapato!- dijo Moisés mientras se reía con cara burlona.
- Tú calla.- Contesto con muy malas pulgas su hermano. ¡Yo por lo menos he pescado algo!- recordó Javier.
- Bueno no te pongas así solo ha sido una broma.- Dijo Moisés mientras recogía la caña y se disponía a lanzarla de nuevo.
Los dos siguieron pescando, mientras se les echaba la mañana encima, el sol yacía en lo más alto. Era un día muy soleado y hacía mucho,.. Mucho calor a pesar de estar en un valle rodeado por cuatro montañas (“Mortier” el pico situado al sur con 2500 metros de altitud y el “Cerrión” con 2450 metros situado al norte, al este y al oeste del valle se encontraban dos montañas idénticas)
Así es como se llamaban. Ese nombre se lo puso la gente del pueblo llamado “Silberston”, situado al borde del monte Cerrión y muy cerca del lago Sring, que es donde están nuestros dos jóvenes amigos.
Continuará...
Paco Pintor

domingo, 27 de diciembre de 2009

Aventuras en el Valle Thuron.

Capitulo 1º
Parte 1
Desconocido incluso por muchos Europeos, existe un recóndito valle en los confines del Norte de Europa, que ha permanecido mucho tiempo olvidado. Abandonado al sol, al aire, al agua y al silencio,
“El Valle Thuron” formado hace millones de años por las increíbles fuerzas que eclosionaron en él levantaron las montañas Mortier y Cerrión. La inmensa sima que se origina tenía varios kilómetros de profundidad y cientos de longitud.
Esta historia transcurre allá en el año 1995, todo empezó en el Lago Sring situado en El Valle Thuron.
Dos niños estaban pescando, él más alto de ellos no paraba de reír, era de constitución delgada, tenía el pelo muy oscuro (como el carbón) y su piel era muy morena, se le podían ver cicatrices en los brazos, con lo cual ya os imaginareis que este chico es una pieza… bueno un poco travieso nada más.
Vestía con una camiseta de manga corta llena de agujeros en la cual se podía apreciar más de una mancha de chocolate, en los pantalones lucia unos enormes parches, uno en cada rodillera; Moisés (que ese es su nombre), pasaba la mayor parte de su tiempo a gatas, pese que iba a cumplir 11 años.
(continuará...)
Paco Pintor

sábado, 26 de diciembre de 2009

El Encuentro

Capitulo 1º
Parte 1

EL RENACER DE UNA NUEVA ERA.

Quien me iba a decir a mí, que en mi larga vida me ocurriría algo semejante. Casi a mis 61 años y viendo el final de mis días una mutación de la conocida gripe acabaría con raza humana, solo los ancianos como yo hemos resistido al virus denominado gripe A. ¿Por qué nosotros os preguntaréis? En 1950 ya hubo una cepa de la gripe, tan fuerte como la actual y nuestro sistema inmunológico cogió las suficientes defensas, por lo cual la gripe A  a nosotros no nos afecto, pero las consecuencias han sido desastrosas. Un planeta desolado, inmovilizado por la peor plaga que ha existido en este planeta, “el Hombre” el único animal capaz de destruir a sus semejantes por egoísmo y ambición.









Estaba asomado al balcón de mi humilde piso de Barcelona, el hedor de los cadáveres que yacían en las calles era insoportable, no sabría decir cuántos muertos podía vislumbrar, ya que la tenue luz del día añadido a mi pobre visión me dificultaba esa ruda tarea, que no era sino una mera distracción, ya que hacía tres días que me encontraba solo. El panorama era desolador, la estrecha calle Hospital que hasta hace muy poco albergaba un bullicio de ir y venir de gente de todas las etnias estaba completamente desolada, solo se escucha el leve sonido del viento. De repente a lo lejos vi algo que se movía, empezó a caerme una gota de sudor de mi frente, el miedo invadió mis entrañas y sentí que se me estremecía todo mi cuerpo, no podía dar crédito a lo que veían mis ojos, dos hombres de edad avanzada como la mía, estaban arrancado las extremidades de un cadáver, me quede inmovilizado ante tal escena, uno de ellos el más corpulento decía:
- Este cuerpo está todavía fresco, fíjate está empezando a anochecer, deberíamos irnos al refugio.
- Sí –asintió el más menudo.
Y sin mediar palabra se fueron alejando por donde llegaron. Todo esto me dejo dubitativo, no pude evitar mirar de reojo mi despensa, más de uno mataría por esas latas de callos a la madrileña, que tenía a buen recaudo. La noche se echó encima, sin luz ya en nuestros hogares me dispuse a encender una vela. De golpe un ruido ensordecedor interrumpió en la calle, de nuevo me dispuse a asomarme al balcón, una joven de no más de unos 18 años deambulaba sola dando tongos de un lado a otro, parecía mal herida, ¿Cómo es posible que sobreviviera a tal letal virus? Esa y muchas más preguntas empezaron a rodearme por la cabeza pero después de ver a esos dos desaprensivos no dude un instante y me dispuse a socorrer a esa joven, me alce y grite:
¡Oye!-la chica alzo la vista sin alcanzar a verme, me apresure a acercar la vela y la empecé a mover efusivamente, tanto que se me apagó pero fue suficiente para que ella me localizara.
(Continuará....)
Paco Pintor

Nadal

Sento el fred de la nit,
ila simbomba fosca.
Aixi el grup d'homes joves que
ara pasa cantant.
Sento el carro dels apis
que l'empedrat recolza
i els altres qui l'avancen tots
s'adreça al mercat.
Els de casa ala cuina
prop del braser que crema
amb el gas top encès han
enllestit el gall.
Ara esguardo la lluna, que
m'apar lluna plena
i ells recullen les plomes
i ja enyoren demà.
Demà posats a taula oblidarem
els pobres
--i tan pobres com som--
Jesús ja serà nat.
Ens mirarà un moment a l'hora
de les postres
i després de mirar-nos
arrencarà aplorar.
Joan Salvat-Papasseit

viernes, 25 de diciembre de 2009

Poemas de Navidad

En estos días de fiesta,
nada mejor que unos versos Navideños,
para seguir con la tradición.
Un poema, grita el abuelo,
no, que sean dos replica la abuela,
y toda la familia dispuesta,
al rededor de la mesa.
Los más pequeños recitan
y nosotros con una gran sonrisa
les llenamos el corazón de alegría,
y los bolsillos a rebosar de monedas.
Paco Pintor

El Platero

- A la Virgen, un collar,
y L Niño Dios un anillo.
-Platerillo,
no te los podré pagar.
-¡Si yo no quiero dinero!
-¿ Y entonces qué?, di-
-Besar
al Niño es lo que quiero.
-Besa, sí.
Rafael Alberti

jueves, 24 de diciembre de 2009

Como estoy en blanco..... vamos a plagiar un rato.


Theophile Gautier
Último deseo

" Hace ya tanto tiempo que te adoro,
dieciocho años atrás son muchos días...
eres de color rosa, yo soy pálido,
yo soy invierno y tú la primavera.
Lilas blancas como en un camposanto
en torno de mis sienes florecieron,
y pronto invadirán todo el cabello
enmarcando la frente ya marchita.
Mi sol descolorido que declina
al fin se perderá en el horizonte,
y en la colina fúnebre, a lo lejos,
contemplo la morada que me espera.
Deja al menos que caiga de tus labios
sobre mis labios un tardío beso,
para que así una vez esté en mi tumba,
en paz el corazón pueda dormir. "

lunes, 21 de diciembre de 2009

Hola a todos

Bueno veremos que podemos escribir, que de eso se trata este blog, a ver si me se ocurre alguna cosa que os guste.
Paco Pintor